En las Tunas, especialistas cubanos comenzaron a montar equipos que medirán la fuerza de los vientos en el norte de esta oriental provincia de Las Tunas, zona considerada entre las más propicias del país para aprovechar esa fuente de energía.
Los trabajos se prolongarán todo un año y determinarán con precisión los tipos de generadores que podrían utilizarse, la altura a la cual deben ser instalados, su potencial contribución al Sistema Electroenergético Nacional (SEN), así como otros parámetros.
El sitio elegido reúne las condiciones para montar un parque eólico, pues no obstruye el desarrollo de otros planes ni exige inversiones muy costosas, si de integrarse al SEN se trata.
A la par de las nuevas investigaciones y la introducción de tecnologías de punta con vistas a producir electricidad aprovechando las corrientes aéreas, en los ocho municipios de Las Tunas se prioriza el mantenimiento de 967 molinos de viento para garantizar agua al sector agropecuario.
Frente a la escasez, los altos precios y la nocividad del petróleo y sus derivados, y a diferencia de la genocida política preconizada por el presidente norteamericano George W. de Bush de convertir alimentos en combustibles, Cuba promueve el empleo de fuentes de energía renovables, económicas y limpias.
Entre los pasos en tal sentido, figura la inauguración, en febrero último, del Parque Eólico Experimental Los Canarreos, en la Isla de la Juventud, parte sudoccidental del país, y el inicio de la construcción de uno mayor en Gibara, Holguín, provincia ubicada a 800 kilómetros al este de La Habana.
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