viernes, 22 de junio de 2007

Coralina para implantes

Para beneplácito de la ciencia nacional, Cuba dispone de un efectivo biomaterial capaz de reconstruir el tejido óseo dañado o perdido por causas congénitas, lesiones traumáticas y diferentes patologías.

La Coralina porosa HAP 200 fue obtenida por especialistas del Centro Nacional de Investigaciones Científicas.

Se trata del producto conocido con el nombre comercial de Coralina porosa HAP 200, logrado por especialistas del Centro Nacional de Investigaciones Científicas (CNIC), el cual posee una gran similitud química y morfológica con esa estructura del cuerpo humano, que lo hace altamente compatible a la hora de aplicarlo como implante óseo en las especialidades de cirugía maxilofacial, ortopedia y traumatología.

El doctor Ramón González Santos, director de Química del CNIC y jefe del proyecto de Investigación y Desarrollo de la Coralina, explicó a este diario que el biomaterial se obtiene a partir de la extracción de determinadas poblaciones de corales presentes en nuestra plataforma insular, previamente estudiadas.

Mediante una tecnología diseñada en la propia institución, el coral formado por carbonato de calcio es transformado en hidroxiapatita (fosfato de calcio ), que es el componente inorgánico principal del hueso.

Considerado un producto del Primer Mundo, las bondades de la Coralina porosa HAP 200 han sido validadas en alrededor de 18 000 pacientes, tras más de doce años de seguimiento clínico. Baste decir que los índices de resultados no favorables de los implantes en cirugía maxilofacial son de aproximadamente el 3%, mientras en ortopedia y traumatología apenas representan el 5% de los casos operados.

Dicha relación incluye también los fracasos atribuibles a infecciones y otras causas no relacionadas al empleo de la HAP 200.

González precisó que la capacidad de producción instalada en el CNIC satisface plenamente la demanda nacional y existen las condiciones para que la hidroxiapatita porosa esté disponible en las clínicas estomatológicas municipales y demás servicios que la requieran. Hoy es utilizada en más de 60 instituciones de salud a lo largo y ancho de nuestro archipiélago.

Una de las más recientes aplicaciones de este promisorio biomaterial es la reconstrucción estética del globo ocular en personas que lo hayan perdido por tumores, accidentes u otras razones.

Según explicó el científico ya ha sido empleado en más de 1 000 implantes oculares integrados, es decir como soporte fundamental de las prótesis de ojos que se hacen en el país, fundamentalmente en las provincias de Ciudad de La Habana, Villa Clara y Santiago de Cuba.

Hasta el presente solo entre un 4 y un 6 % de los pacientes a los cuales se les aplicó ese procedimiento no tuvo resultados satisfactorios.

El servicio de Oftalmología del Instituto Nacional de Oncología y Radiobiología (Hospital Oncológico) atesora una amplia experiencia en los implantes oculares con la Coralina porosa HAP 200.

Con el apoyo del Instituto de Oceanología y otras entidades del CITMA se hicieron los estudios de impacto ambiental, que demuestran la conveniencia de continuar explotando de manera sostenible los bancos de corales del género seleccionado para ese fin, sin poner en riesgo la salud del ecosistema.

Los trabajos vinculados al desarrollo de la HAP 200 han tributado la publicación de más de 70 artículos en revistas especializadas cubanas y foráneas, así como la defensa de alrededor de treinta tesis de grado universitario, entre maestrías y doctorados. Tiene registro médico en varios países.

Sin duda, este biomaterial representa una esperanza para muchas personas aquejadas por pérdidas totales o parciales del tejido óseo. Quizás sea hora de generalizarla aún más. El aval de la práctica clínica así lo amerita.

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